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Edificio cuenta con paneles solares, es ejemplo de reciclaje y, para la decoración, se utilizan materiales de desecho. Los ministerios de Salud, Educación y la Sociedad de Vida de Seguros del Magisterio asesoraron en el tema a docentes y estudiantes.
No es una escuela como todas. En los techos de la Escuela de Chimirol, en Rivas de Pérez Zeledón, hay paneles solares; también se cuenta con un programa de reciclaje, y toda la decoración se hace con materiales de desecho.
Este centro educativo se convirtió la mañana del pasado viernes en la primera escuela pública carbono neutral en Costa Rica. Lograr esta meta no fue fácil. El camino comenzó en el 2014 y constó de varios pasos. Gracias a ferias escolares, en el 2015 se compraron paneles solares para abastecer de energía eléctrica el edificio. Los trabajadores también construyeron biojardineras para el tratamiento de aguas residuales, que provienen de los lavamanos y del comedor estudiantil.
“Nosotros tenemos un estanque y ahí recogemos agua llovida y la usamos en los baños”, declaró Giancarlo Calderón, de sexto grado.
Por si fuera poco, los niños reciben lecciones de física, música y artes plásticas en aulas cuyas paredes fueron construidas con 250 llantas de carro y de motocicleta.
Nazareth Delgado, estudiante de cuarto grado, explicó las estrategias que utilizan para desechar el papel. “En todas las aulas hay una cajita, entonces ahí echamos las hojas que no vamos a utilizar y después las llevamos a otro lado, para reciclarlas”, dijo.
Además, toda la decoración para los días festivos se hace con material reciclado, por lo que no se invierte mucho dinero en papel u otra materia prima.
Apoyo. El personal y los alumnos de esta escuela nunca estuvieron solos en su ruta hacia la carbono neutralidad. El Ministerio de Educación Pública (MEP), el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional (SSVMN), acompañaron el proceso.
La Escuela de Chimirol también forma parte del programa Yo Pienso Verde, impulsado por la SSVMN, en el que se capacita a los centros educativos en el manejo de desechos sólidos y orgánicos.
Eduardo Enrique Solís, miembro de la junta directiva de la Sociedad de Seguros de Vida, indicó que se siente orgulloso de que la entidad participara de la primera declaratoria carbono neutral para una escuela pública.
Juana Coto, asesora del MEP en temas ambientales, espera que este sea un punto de partida para más centros educativos públicos.
“Es un modelo a seguir por otros centros educativos que hacen cosas maravillosas en procesos de gestión ambiental institucional. Ojalá este reconocimiento a Chimirol les motive a sistematizar esa información y esos procesos que están llevando a cabo, porque muchos de ellos son un poco temerosos de involucrarse en el tema, ya que están ayunos de apoyo de empresas y de instituciones”, aseveró.
“La carbono neutralidad es un gran logro, la bandera azul es un gran logro, pero el principal logro es la formación de niñas, niños, jóvenes y docentes con una nueva manera de ver la posición del ser humano en el planeta”, concluyó.
Fuente: Nación
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