Guerreros en busca de derribar un mito

Departamento de Prensa.

Existen leyendas urbanas en las finales de campeonato, historias que se hacen pesadas hasta que llega el momento adecuado y éstas finalizan, una que ronda el detalle de los dos juegos más trascendentales de un campeonato, por lo menos en la primera división tica, es que, a los equipos llamados “No tradicionales” ganar en su propio campo juegos finalísimos ha sido toda una odisea.

A excepción de legendario Municipal Puntarenas de 1986 dirigido por don Marvin Rodríguez y con jugadores que pasarán como inmortales de la provincia, ningún otro club consiguió el triunfo en un partido final cuando fue sede en su terreno de juego; aquella final del campeonato de 1986 que se jugó en 1987 tuvo a chuchequeros y manudos como protagonistas siendo finalmente los naranjas los que salieron con el trofeo y la gloria tras vencer 2×1 en el Lito Pérez e igualar 1×1 en el Morera Soto.

El andar de los clubes “no tradicionales” en finales empezó en 1930, en aquel momento la Gimnástica Española era un club importante pero quizás no con la fuerza del Herediano, La Libertad, Alajuelense y Cartaginés, aquella final a un único juego la ganaron los florenses 4×2, cuatro años después fue el turno del Alajuela Junior en un duelo ante La Libertad saliendo éstos con el cetro, tras dos empates y una victoria blanquinegra.

Fue precisamente el Municipal Puntarenas el que volvió a abrir trillo a estos equipos en 1978; no obstante, su dirigencia decidió en ese tiempo jugar su partido como local en el estadio Nacional en donde cayeron ante el Herediano 1×2, para 1982 ante Saprissa, los porteños jugaron en el Lito Pérez, pero salieron empatados sin goles. Un año antes, Limón se metió por primera y única vez en una final nacional, pero decidió no utilizar el Juan Gobán como su fortaleza, sino que se desplazó al Ricardo Saprissa en donde actuó ante Herediano y lo derrotó 2×1, pero esa victoria no fue en su casa propia.

Con el tiempo llegaron a la final otros clubes como Santos, Brujas, Puntarenas FC, Liberia y San Carlos, cuadros que empataron o perdieron en sus respectivos escenarios, citándose solo el caso de Pérez Zeledón que en su primera final en la campaña 2004-05 trasladó su compromiso ante Alajuelense al Ricardo Saprissa en donde cayó derrotado 1×3.

Pérez Zeledón buscará de esta forma, este miércoles ser el segundo equipo no tradicional en ganar un partido final en su propio estadio, algo que no sucede desde hace 31 años.

Las finales de los equipos no tradicionales en campo propio

Nota: En 1978 el Municipal Puntarenas jugó la final ante Herediano como casa en el estadio Nacional, a igual que Pérez Zeledón contra Alajuelense en 2004-05; en ambos casos, los locales cayeron 1×2 y 1×3 respectivamente.

Limón en 1981 jugó como casa en el Ricardo Saprissa contra Herediano, ganó 2×1, pero aquel duelo no fue en el Juan Gobán.

Fuente: Estadísticas UNAFUT